«Para llegar a ser verdaderamente libre, la mujer debe desprenderse de las cadenas que le arroja encima la forma actual, trasnochada y opresiva, de la familia».

Alexandra Kolontai Marxismo y Revolución Sexual

Nos lo dicen y no nos lo queremos creer, porque a nuestra inocente mente resulta increíble. Pero toda conexión de las referencias de la ley de género con el marxismo, y la abolición de la familia, parece clara.

Detrás de es supuesta lucha contra la mal llamada violencia de género, muchas mentiras, mucha ingeniería de género, mucho dinero y mucho, pero que mucho sufrimiento.....

Estamos ante una acción política, con el claro objetivo de destruir la familia como poder que se opone a la socialización de la sociedad, sin respeto alguno a esa unión, utilizando la muerte de mujeres a manos de sus parejas, como instrumento político de la sensibilidad humana, para crear un clima emocional favorable para abolir la familia de facto, tal como podemos leer en el manifiesto comunista:

Esa ingeniería social se basa en la explotación de una "caverna" cerebral, unos agujeros mentales que se dan en la forma menos racional de funcionamiento del cerebro humano (fast thinking- pensamiento rápido) que podéis ver perfectamente explicado en este libro titulado "Thinking, Fast and Slow" de Daniel Kahneman, libro que debería de ser de obligada lectura para quien quiera saber mucho más del funcionamiento del cerebro y como usan ese conocimiento para manipularnos. Es comprensible para todo aquel que sepa leer inglés.

Os aterráis de que queramos abolir la propiedad privada... Nos reprocháis, para decirlo de una vez, querer abolir vuestra propiedad. Pues sí, a eso es a lo que aspiramos.

¡Abolición de la familia! Al hablar de estas intenciones satánicas de los comunistas, hasta los más radicales gritan escándalo.

¿Nos reprocháis acaso que aspiremos a abolir la explotación de los hijos por sus padres? Sí, es cierto, a eso aspiramos.

Esos tópicos burgueses de la familia y la educación, de la intimidad de las relaciones entre padres e hijos, son tanto más grotescos y descarados cuanto más la gran industria va desgarrando los lazos familiares de los proletarios y convirtiendo a los hijos en simples mercancías y meros instrumentos de trabajo.

¡Pero es que vosotros, los comunistas, nos grita a coro la burguesía entera, pretendéis colectivizar a las mujeres!...

• La familia patriarcal, dice Negles, es la derrota histórica del sexo femenino.

• La familia es la derrota de las mujeres.

• La maternidad ha sido fagocitada por la paternidad. Es la gran mentira del patriarcado. La condición de hijas huérfanas de madre es común a todas las mujeres.

• La maternidad es esclavitud, la maternidad es servidumbre, incluso si es deseada y es voluntaria. Las mujeres se ven obligadas a engendrar y parir por el patriarcado [...] Hay que desterrar la idea de que la maternidad es lo natural [...] La maternidad es una construcción social [...] Es una posición social, un rol.

• Las técnicas de reproducción vienen a parchear la sociedad patriarcal que está diseñada para los ritmos del hombre.

Carmen Montón es madre, está casada y tiene una hija.

Como en un buen régimen totalitario, el Tribunal Supremo se fusiona ideológicamente con los criminales Engels y Marx, cuya ideología ha producido millones de muertos e innumerable sufrimiento.

La visión presuntamente criminal de género que guía a nuestros políticos y que los jueces han de acatar es:

El hombre para asegurar la fidelidad de la mujer y, por consiguiente, la paternidad de los hijos, aquélla es entregada sin reservas al poder del hombre. Cuando éste la mata, no hace más que ejercer su derecho. (Engels)

Por lo tanto, los actos de violencia que ejerce el hombre sobre la mujer *con ocasión de una relación afectiva de pareja constituyen actos de poder y superioridad frente a ella con independencia de cuál sea la motivación o la intencionalidad (STS 4353/2018)

En efecto el dogma fundamentalista, porque no necesita estar validado por la realidad, queda perfectamente reflejado así...

"La violencia de Género" la ejerce el hombre contra la mujer. Tiene su raíz en la desigualdad y en el machismo y necesita una relación de "afectividad". Esto es tan así que no es posible cometer un presunto delito contra la mujer que no sea por machismos. Por ejemplo matar a tu señora para quedarte con la pasta... Uno de los móviles habituales del crimen, como es la pasta, no puede mover a un hombre a matar a su mujer.

Amén.

Lo ha dejado muy claro la STS 4353/ 2018 De hecho ¡Ha dejado al varón enamorado, sin otro móvil que no sea el machista, para cometer un crimen contra su mujer! Pero claro, surge la duda ¿Se puede enamorar un psicópata que, como deberíamos saber, carecen de emociones? ¡¡Madre mía!! ¿¡Quién sabe!?

La cosa no es baladí. Hace unos meses acudíamos impresionados ante el caso de eutanasia de María José Carrasco que consiguió muchos apoyos en las redes y una gran sorpresa para muchos, al "acordar" la Audiencia Provincial de Madrid, que fuera instruido el caso por un juzgado de violencia, lo que pocos parecen haber entendido, dentro de un modelo delirante judicial que se ha hecho mayoritario y que desató, como manifestación esquizofrénica del gobierno y de la judicatura, grandes críticas, por no entender que un acto tan complicado como es el de la eutanasia, se acusase de machismo a una persona que no actuó con esa intencionalidad, tal como ocurre en la mayoría de actos violentos del hombre contra la mujer, según nos enseña la desvalorizada criminología.

Esto pasa por intentar razonar algo que es irracional, tal como estableció el TS en la mencionada sentencia.

En síntesis:

¿Justicia Marxista?

Y así, todo se entiende mucho mejor... ¿N0?

Dicen los fundamentalistas de género que, para luchar contra esta lacra, la educación y la formación de toda la sociedad y, especialmente la de los profesionales dedicados a luchar contra ella, es fundamental, aseguran desde el PSOE, tachando a todo pájaro viviente de ignorante si no comulga con dicho credo.

Hemos visto al socialista Granados, hablar de la convención par la igualdad ... en los años 80...