Hemos consiguido un fantástico resumen de Juan Pablo Polvorinos del caso de Juana Rivas, que hemos escuchado en es radio.

Este es el resumen con su voz original.

No obstante tenemos que analizar a alguna de sus frases:

• La Verdad ya no importa. Viktor Frank, psiquiatra judío que sobrevivió al holocausto nazi de Auschwitz, en su libro El Hombre en busca de sentido, nos dice, refiriéndose al sufrimiento en el campo de concentración nazi:

En tales momentos no es ya el dolor físico lo que más nos hiere (y esto se aplica tanto a los adultos como a los niños); es la agonía mental causada por la injusticia, por lo irracional de todo aquello.

¿Hay algo más irracional que la verdad no importe y que te separen de tus hijos, mientras que, por motivos ideológicos de perfil nazi, a la maltratadora se le de la condición de víctima de maltrato por parte de la víctima real?

• Los partidos políticos se ponen de parte de la maltratadora, porque en la ideología fundamentalista de género, es la mujer la maltratadora y el hombre el maltratador, con independencia de los hechos, algo que el anestisiado ciudadano español se niega a admitir, hasta que lo experimenta en sus carnes

• Habla de la Iglesia y de los herejes, es decir, de la justicia inquisitorial impartida por la Santa Inquisición, algo tan criminal como la justicia nazi. Tiene razón. Sin duda el padre ha vivido en sus carnes el fenómeno feminazi, con plenitud.

• Dice que, afortunadamente, hay un sistema judicial que trabaja de manera independiente. Si en lugar de ser la justicia italiana la competente de resolver, lo hubiera sido la española, no diría lo mismo. Lo que el padre parece no haber entendido es que el hecho de que el tribunal competente sea el italiano, eso limitó la capacidad de decisión judicial.

• El hijo confirma los malos tratos que sufre por parte del padre, tal como apunta su madre: el “testimonio” dado por el mayor ante el Tribunal de Cagliari, según el entorno de Rivas, relató una situación de supuestos maltratos a ambos “a manos de su padre”. Es lo habitual cuando se da un caso de Alienación parental, tal como refleja el auto del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Granada, en el procedimiento Diligencias Previas Nª 3363/ 17, fechado en Granada a 24 de agosto de 2017, en el que se lee:

Y finalmente se hace constar que la no entrega de los menores conlleva ... una posible alienación parental de los hijos, dado el tiempo que permanecen los menores bajo la potestad de su madre y otras personas que han debido tener que ayudar a la madre a custodiar dichos menores en paradero desconocido y bajo la presión circunstancial de la situación imputable a la madre.

Cuando la juez actúa, con independencia, entonces le sale la presión por todos lados, algo que muchos jueces no están dispuestos a soportar:

Pero lo más importante es: ¿Qué hay detrás de esas palabras?

Mucho sufrimiento y dolor y un daño psicológico inmenso, tanto para los hijos como para el padre apartado.

Ese diccionario de medicina lo identifica como una forma de maltrato emocional, que es tan grave como el abuso sexual o el maltrato físico. Además nos recuerda la obligacióno de denunciarlo.

Frente a esas consideraciones, nos encontramos con una diputada que señala a la juez y le recuerda que el Consejo General del Poder Judicial, tiene una guía indicando, de forma ilegal, a los jueces, que deben de ignorar, buscando una explicación alternativa a esa forma de maltrato tan grave.

Eso es lo que afecta al hijo y ¿Al progenitor apartado?

Nos vamos a dejar de rodeos y vamos al testimonio de una madre que, por interferencia del padre, no ve a su hija desde hace años, lo que le produce un dolor que describe con estas palabras:

Yo no tengo sentimiento de odio, ni sentimiento de venganza , de rabia si, pero tampoco demasiado, y más que nada con la justicia que destroza familias enteras.

Mis sentimientos son tristeza, melancolía, pena, duelo, agotamiento fisico y psicologico, dificultad para encajar que antes tenía una hija y de repente ya no está; no me motiva nada.

No tengo ilusión por nada, estoy aquí en la vida por estar y no encuentro el sentido de mi vida, aún sigo desconcertada por como perdí a mi hija pequeña.

Creo que el sentimiento que más me domina es la culpa, culpa por no haberme separado años atrás,culpa por no haber sabido reaccionar ,culpa por aguantar, perdonar y seguir confiando a pesar de todas las señales, culpa y dolor.

En el funeral de mi padre, por fin pude llorar a la gente la pérdida de mi hija, recibir su pésame, abrazos de apoyo y comprensión, yo no decía nada, pero yo lloraba por mi hija no por mi padre . No se si me entendéis...

La madre en cuestión, sufrio violaciones y un constante maltrato por parte de su pareja. Le pregunté que le dolía más si la pérdida de su hija o las violaciones a las que fue sometida. Su respuesta fue tan breve como contundente:

Lo de mi hija

Mucho más

Nos tenemos que preguntar si, el comportamiento de la diputada femin... y la postura del Consejo General del Poder Judicial, no tendrán responsabilidades penales por su actuación frente a esta situación de maltrato