Feminazismo en acción

¿Qué significa feminazi?

Hemos ido a la RAE para dar la definición y, aunque ese término estuvo, ya no lo está. No obstante es uno de los término más buscados, junto con hembrismo y sororidad.

Hemos buscado en internet, y hemos visto varias referencias a lo que ponía dicho término:

La voz «feminazi» (acrónimo de «feminista» + «nazi») se utiliza con intención despectiva con el sentido de 'feminista radicalizada'

Si nos vamos a un diccionario inglés, al de Oxford leemos:

A radical feminist.

Origin

1990s: blend of feminist and Nazi.

Está claro que el concepto del respeto a la verdad no es el mismo en España que en el resto del mundo.

Particularmente, no comparto el término radical, que viene de raíz, lo que indica ir al fondo de la cuestión. Para indicar exceso, prefiero el término de extremista, que engloba a los actos que se ejercen contra el ser humano, degradándolo y vulnerando sus derechos fundamentales, hasta el punto de privarle de sus hijos, de la libertad y del derecho a una vida familiar digna.

El feminismo virtuoso tienen poco que ver con el feminazismo. Aquellos que han sido víctimas del feminazismo comprenden mejor la parte nazi del término.

Respetamos el feminismo virtuoso, como movimiento que busca la igualdad entre hombres y mujeres, pero condenamos cuando en nombre de esa posible desigualdad, esconden odio, venganza y maldad.

No creemos que sea justo que se equiparen personas feministas virtuosas con las que realmente responden a un perfil feminazi. Son muy diferentes.

Respecto de la maldad, hemos de preveniros que un perfil de maldad incuestionable es el que presentan los psicópatas, que según Robert Dare, se mueven en profesiones como la política o las que se dedican a hacer cumplir la ley (jueces, fiscales, policías). Esto puede ayudar a entender cómo se han podido colar en el sistema jurídico español, prácticas nazis en el sistema legal español, como puede ser el código penal de autor o el desprecio al sufrimiento humano que ocasiona la imposición de una ideología tendente a debilitar la fuerza de la familia (abolición de la familia).

Dos casos claros que hemos vivido, son los de Juana Rivas y María Sevilla.